Page 43 - ISALUD Número 71 - Marzo2020
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las mismas escenas ‑delatoras e irrefutables‑,   refiere a personas, como fuerte, violento, iras‑  “la agresividad
          nutriendo la sanción social y, esperemos, la   cible. La violencia es diferente a la agresivi‑  tiene sus
          legal.                                  dad porque su objetivo es obtener control y  orígenes en la
                                                  poder. No es defender algo vital. Toda forma  genética, y la
          agresividad y violencia                 de violencia pretende mantener el poder que  compartimos
          Las patotas existieron siempre. Como los sen‑  se tiene o aumentarlo.          con otras
          timientos agresivos. El peatón puede gritarle   Es posible formular cuatro hipótesis negati‑  especies
          al automovilista que, en un descuido, lo sal‑  vas sobre la violencia:         animales. en
          pica en un día lluvioso: “Te voy a matar”. La   1. Como señaló ya Aristóteles, la violencia es  cambio, la
          diferencia es que, así como se acepta la licitud   un hábito que fácilmente produce un efecto  violencia es
          del exabrupto, es inadmisible la concreción   dominó, hipótesis sobre las violencias. Su  social y se
          de la amenaza. No es por capricho que los   utilización sistemática y prolongada tiende  ejerce sobre
          adolescentes denominan a estas riñas calleje‑  a hacer cada vez más violentos a quienes  un otro que
          ras peleas a morir.                       la emplean. El violento se acostumbra a la  está en una
          Lo que podría tomarse por una bravuconada   violencia, cayéndose en una pendiente res‑  posición
          inmadura, no lo es. Pues más que una metá‑  baladiza que lleva a efectos impredecibles.  inferior,
          fora o una hipérbole donde se exagera des‑  2. Deshumanización estereotipada del adver‑  sometiéndolo”
          medidamente una actitud, dicha expresión   sario, que protege de todo sentimiento de
          lingüística  revela  la  exacerbación de  senti‑  culpabilidad. El debilitamiento del sentido
          mientos agresivos que desplazan toda consi‑  de la responsabilidad hacia la violencia co‑
          deración de las consecuencias, en ausencia de   metida se facilita cuando el individuo ac‑
          un mecanismo de inhibición que medie entre   túa en el marco de estructuras autoritarias,
          el impulso agresivo y el pasaje al acto.   como fue probado por los experimentos
          Como término teórico, la agresividad permite   grupales de Stanley Milgram en 1974.
          al observador dotar de sentido e integrar da‑  3. Situación de conflicto grave entre distintos
          tos textuales que dan cuenta de los comporta‑  grupos, modo de pensar maniqueo con un
          mientos. Sus características son la transitivi‑  consecuente debilitamiento de valores
          dad, porque es una conducta que se origina   4. La violencia no resuelve los conflictos, sino
          en un agresor y termina en un agredido; la di‑  que los reprime. En suma: una persona
          reccionalidad, que indica la orientación, hacia   agresiva por lo general no es violenta. La
          donde se dirige el acto ‑hacia el yo y hacia el   agresividad tiene sus orígenes en la gené‑
          otro‑ y la intencionalidad, ya sea del agresor   tica, y la compartimos con otras especies
          para agredir o bien del agredido para evitarlo   animales. En cambio, la violencia es social
          (probada por las huellas de ADN y por ras‑  y se ejerce sobre un otro que está en una
          tros tales como marcas y heridas en el cuerpo   posición inferior, sometiéndolo.
          del agresor que indican que el agredido inten‑
          tó defenderse).                         la patota y sus motivos
          En cambio, la violencia es la manifestación   Las razones de la violencia callejera aducidas
          o el ejercicio inadecuado de la fuerza o del   por los mismos jóvenes son absurdamente tri‑
          poder empleados en usos extemporáneos o   viales. Cuando se interroga a los mismos ado‑
          desmesurados. Si nos volvemos hacia su eti‑  lescentes que protagonizan estos episodios, y
          mología, históricamente la palabra violencia   se indagan los motivos de la provocación de
          fue asociada desde tiempos muy remotos a la   la violencia callejera, se limitan a señalar una
          idea de la fuerza física. Los romanos llama‑  serie de razones que ni siquiera resultan del
          ban vis a esa fuerza, al vigor que permite que   todo claras para los mismos protagonistas: el
          la voluntad de uno se imponga sobre la de   placer de golpear y la búsqueda de una vía
          otro. Vis dio lugar al adjetivo violentus: aplica‑  de descarga de tensiones que, es fácil inferir,
          do a cosas, se puede traducir como violento,   se han acumulado en un cóctel de alcohol, a
          impetuoso, furioso, incontenible, y cuando se   veces drogas y sexo no canalizado.
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