Page 48 - ISALUD Número 71 - Marzo2020
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[ pSiCología ]





          ViolEncia Y jUVEntUd:



          la Patota PandillEra



          coMo Unidad dE análisis







          Cuando varios jóvenes se agrupan para atacar, buscando

          al muchacho desprevenido que camina solo, se genera una
          sintonía entre ellos que los unifica en el deseo de matar



                                        Por Eva Giberti            Estos grupos humanos pueden estudiar‑
                                                                   se mediante el análisis de cada miembro,
                                        Cuando  varios  jóvenes  se  pero la experiencia clínica sugiere tomar
                                        agrupan para atacar, bus‑  al grupo como protagonista de estos ac‑
                                        cando al muchacho despre‑  tos, teniendo en cuenta que la descripción
                            venido que camina solo, se genera una  de las víctimas se refiere al grupo como
                            sintonía entre ellos que los unifica en el  una unidad que actúa en conjunto. Las
                            deseo de matar. Es la conducta de la pato‑  trompadas y patadas sobre su cuerpo ca‑
                            ta pandillera, que goza con la vulnerabili‑  yeron al unísono, así como los insultos
                            dad de la víctima que no espera el ataque  emergían de las gargantas de todos los
                            y no atina a defenderse. Sorprendido, sólo  componentes de la pandilla.
                            puede gritar y caer inerme ante los golpes  18 de enero de 2020. Hay que contarlo
                            y las patadas que buscan lastimarlo.   porque los años achican la memoria. Po‑
                            Esos jóvenes agrupados en la patota pan‑  dría haber sido una pandilla más, pero
                            dillera recorren los barrios. La patota se  ésta estaba formada por muchachos en‑
                            enardece cuando sale de un boliche, se  trenados en ejercitar la fuerza de sus
                            desparrama por las calles, suele lastimar  músculos y su velocidad. Jugadores de
                            gravemente a su víctima y no duda en fil‑  rugby. Asistentes a un boliche nocturno
                            marse a sí misma durante el ataque. Sus  superpoblado, el roce con otro concurren‑
                            miembros son coleccionista de episodios  te volcó la bebida de uno de ellos. El otro
                            sangrientos contenidos en sus celulares  se disculpó y ofreció pagar el trago. Pero,
                            como trofeos de sus brutalidades inexpli‑  el nimio incidente se complicó y, tanto el
                            cables.                                dueño de la bebida con sus diez acompa‑
                            Inexplicables, no. Responden a necesi‑  ñantes, como el joven que lo había rozado
                            dades  complejas  de  sus  miembros  que  y dos amigos, fueron expulsados del bo‑
                            precisan entrenarse en dañar a otros, en  liche por los patovicas, utilizando salidas
                            ejercicio de perversidades, en el sentido  distintas, pero cercanas una de la otra.
                            cabal de perversidad, disfrutar del daño  Expulsados a la calle.
                            y sufrimiento que se puede causar a otro.  En la calle los protagonistas se definieron:
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