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plantean que se los acusa de abandonar de transformaciones y en una profunda
a los pacientes, pero, en los hechos, los crisis mundial de reconfiguración del or-
abandonados son ellos. Sucede que las denamiento geopolítico, su concomitante
familias no suelen recibir ningún apoyo y económico y un profundo desequilibrio
acostumbran a ser socialmente culpabili- de la relación de lo humano con su hábi-
zadas por la dolencia de su familiar, es el tat, la naturaleza. Suelo decir que la pan-
“algo habrán hecho” que fundamenta una demia fue el acontecimiento que precipi-
estigmatización en el campo de la salud tó de manera catastrófica el desequilibrio
mental. La “familiarización del cuidado” de un sistema que estaba en alto nivel de
ha privado a estas familias de soportes inestabilidad. Ahora se suma la sombra
necesarios que debió garantizar el Esta- de la guerra. Dentro de ese marco, no sé
do para atravesar una situación de estas si la sociedad argentina está al límite,
características. En el caso de los padres y pero atravesó ya unos 5 años de estrés
madres, reconozcamos que no necesaria- económico y más de dos con la situación
mente pueden convivir con ellos los hijos de pandemia. Eso produce efectos en los
“En el capítulo VII, adultos, tengan o no un padecimiento lazos sociales, en las vidas particulares y
psíquico. La familia puede garantizar un
en la convivencia. Tenemos mucho para
la Ley regula las soporte importante, pero necesita a su vez pensar e innovar ante estos desafíos. De-
que se garanticen los cuidados necesarios. bemos revisar las teorías y descentrarnos
internaciones, y en A veces, por ejemplo, se externa una per- de lo que han sido los centros hegemóni-
su artículo 20 el sona que ha tenido una internación pro- cos de producción de pensamiento. Por
longada a una casa de convivencia, y se ejemplo, utilizamos casi acríticamente el
procedimiento de restablecen y reparan vínculos familiares Manual Diagnóstico y Estadístico de de
internación involuntaria importantes, pero que no podrían ser de los trastornos mentales, DSM, de la Aso-
convivencia.
ciación Estadounidense de Psiquiatría,
es decidido por el un producto de una sola corporación y de
–¿Estamos viviendo un tiempo un solo país del mundo.
equipo interdisciplinario donde la sociedad está al límite?
ante el diagnóstico de –Cada sociedad tiene sus formas, su cul- –¿Cómo pensar la
tura y sus límites. Recientemente asesi- articulación de los procesos
una situación de riesgo naron un primer ministro en Japón y para hiperinflacionarios con las vidas
‘cierto e inminente’. ello usaron un arma artesanal, se trata de particulares y el devenir social?
una sociedad desarmada (sin armas). En
–En principio es importante no patolo-
Para plantearlo el otro extremo, la sociedad norteameri- gizar, no reducir a nosografías preexis-
cana es probablemente la población más tentes las formas de sufrimiento y los
de esta manera se armada del mundo y durante la pandemia síntomas de esta época particular, sino
modificó el Código aumentaron las muertes por violencia y pensar las formas de abordarlos a nivel
los episodios de matanzas en espacios de lo colectivo, lo comunitario, y lo singu-
Civil del siglo XIX, públicos por parte de particulares. Estos lar. Es en este punto donde se evidencia
que fundamentaba episodios son un síntoma o indicador que los cuidados de la salud mental van
complejo de profundas fisuras sociales y
mucho más allá de las prestaciones de
la internación en la malestares que luego se manifiestan en asistencia individual convencionales y
conductas singulares. Lo que pienso es que requieren de acciones intersectoria-
‘peligrosidad’” que estamos viviendo un tiempo veloz, les, políticas inclusivas y enfoques desde
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VOLUMEN 17—NÚMERO 83—JULIO 2022