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ejemplo, de reevaluar las razones de nues‑ “Las medidas de barco. La tierra es nuestra nave. Las regio‑
tro consumo y reinstalarnos en el mercado nes del planeta abandonadas a su suerte
de otra forma. protección que los serán escenario de mutaciones del virus
Hay, por supuesto, otros aspectos, en gobiernos tomaron que podrán dar origen a variantes inmunes
los que me detuve en mi texto “Todos so‑ a las vacunas conocidas, reinfectando los
mos mortales” . Uno de ellos es que las frente al Covid 19, espacios donde la vacunación fue masiva.
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medidas de protección que los gobiernos revelan la realidad Se hace indispensable, así, substituir la mi‑
han tomado revelan la realidad oculta de rada cortoplacista del capital por una pers‑
la relación entre economía y política. Ante oculta de la relación pectiva de largo plazo y trabajar con una
nuestros ojos se ha mostrado el gran se‑ más fuerte e imperativa noción de huma‑
creto del capital: que la política tiene la entre economía nidad común: o concebimos una protec‑
llave de la economía, la detiene y la pone y política. Ante ción planetaria o nadie podrá protegerse.
a andar cuando así lo decide. Y el mundo Otra realidad que la pandemia deja al
no se acaba. Ya lo sabíamos desde el 2008, nuestros ojos se ha descubierto es la medida en que no es po‑
cuando las deudas hicieron que con un mostrado el gran sible reducir toda la comunicación al regis‑
golpe de pluma el estado norteamericano tro puramente verbal. Pensamos que nos
saliera a salvar los bancos. Esa percepción secreto del capital: comunicamos porque hablamos, pero en
del poder de decisión político frente a las la vida compartida por videoconferencia la
leyes de “para‑naturaleza” que los dueños que la política imagen es una proyección en un plano bidi‑
del mundo quieren que atribuyamos a la tiene la llave de mensional y lo central es el discurso. Perci‑
mecánica del capital tiene o podría llegar a bimos entonces que no es el mero hablar lo
tener consecuencias inauditas. la economía, la que nos comunica. Necesitamos de co‑cor‑
También vemos ahora que somos parte detiene y la pone a poralidad, de co‑presencia, simplemente
de la naturaleza, sujetos a los avatares de un estar‑ con‑los otros, que a veces aflora
la historia natural, y no al contrario, como andar cuando así lo como una “pulsión de multitud.
habíamos comenzado a creer. La historia La pandemia también trae al primer
natural no está sujeta al control humano. A decide. Y el mundo plano lo que describo como “puertas aden‑
pesar de que podemos incidir en ella, nues‑ no se acaba” tro” o, para usar el vocabulario de los pue‑
tra incidencia siempre revertirá en noso‑ blos afro‑ecuatorianos, de recordar la gran
tros en última instancia. Somos inescapa‑ diferencia entre el “casa‑afuera” y el “ca‑
blemente asujetados por el ambiente que sa‑adentro”. En mis análisis de la estruc‑
habitamos. Por eso en el mundo andino se tura de vida comunal, lo que he defendido
dice desde siempre: “la Pachamama no cas‑ es que ambos tienen su propia política, su
tiga… pero tiene consecuencias”. propio estilo de gestión de la vida y su pro‑
Un malentendido que es menester tam‑ pia politicidad –mientras defino politici‑
bién desarmar es la pueril ilusión de que dad todas aquellas prácticas y decisiones
será posible salvar a algunos y abandonar a que aspiran a impactar el destino colectivo.
otros a la peste, en dependencia del poder Por eso he dicho, por ejemplo, que ma‑
adquisitivo de las naciones en que habitan. ternar es político. O sea, mucho más que
Toda la humanidad navega en el mismo defender que la labor de maternar deba ser
un trabajo asalariado, entiendo que debe
1. Segato, Rita: “Coronavirus: todos somos mortales.
Del significante vacío a la naturaleza abierta de la contar con los recursos necesarios, pero
historia”, en La vida en suspenso: 16 hipótesis sobre la de ninguna forma en términos de asala‑
Argentina irreconocible que viene. 1ed.: Siglo Veintiuno
Editores/ Colectivo Editorial Crisis, 2020, p. 83‑94. riamiento, pues es una forma de trabajo
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VOLUMEN 17—NÚMERO 81—MARZO 2022