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entre el tiempo cronometrado y el tiem‑ los para obtener cosas, y otras que gastan “Persiste en el
po existencial. Existe ese otro tiempo, que cosas para consolidar vínculos.
necesitamos y ésta sería una oportunidad Esa diferencia se encuentra asociada a medio comunal y
para identificarlo y retenerlo: un tiempo de la manera de habitar el tiempo. El proyec‑
introspección y reflexión, de pensamiento. to histórico de las cosas tiene por detrás, en los jirones de
¿Qué necesitamos realmente, más consu‑ necesariamente, un tiempo cronometra‑ comunidad que
mo o más vínculos? do y productivista. Y el proyecto histórico
Hay sociedades que se han lanzado sin de los vínculos se sustenta en un tiempo aún hoy continúan
reservas al “proyecto histórico de las cosas”, existencial en el que la introspección, el su camino en
y ven en la adquisición la culminación de estar consigo mismo y con los otros, y en
un destino exitoso, su meta de satisfacción un tiempo de ocio no mercantilizable, es las cocinas
o felicidad. Tienden con esto a transformar decir, no infiltrado por la mercancía cultu‑
la vida en cosa, los cuerpos en cosa y sus ral tan bien explicada por Eric Hobsbawn de algunas
propios sujetos resultan asujetados como cuando analiza el pasaje de la cultura a era metrópolis,
cosas, sujetos‑cosa –muertos y modelados industrial. El ocio del que hablo, cultivado
por la matriz psicopática de la dueñidad y en comunidad, es un ocio del estar con, a un proyecto
su pulsión de adueñamiento. El aumento veces organizado por la actividad ritual, histórico de
de las perversiones en el uso y descarte del lúdica o artística colectiva. Existe una
cuerpo de las mujeres y los niños, marca tremenda tensión entre el tiempo crono‑ los vínculos,
perversa de la sexualidad contemporánea, metrado del productivismo, que es el de
es un efecto de la cosificación de la vida con casa‑afuera, el de la burocracia y el trabajo dirigido a otra
su “pedagogía de la crueldad”. Estamos alienado, que en tiempo de pandemia pre‑ meta, guiado por
viendo ante nuestros ojos la transforma‑ siona para intrusionar en ese otro espa‑
ción de la sexualidad humana como nun‑ cio e intervenir su tiempo de relación, de concepciones
ca antes en una sexualidad cosificadora y conversación, de comensalidad; su tiempo otras de
consumista. Violación y consumición son creativo, que no es un tiempo cronome‑
nociones asociadas, no olvidemos que a trado ni puede serlo. bienestar
través de la lengua inglesa llegamos a la Esa diferencia en la forma de habitar
idea de violación como rapiña –rape. Esto el tiempo debería ser entendida muy es‑ y felicidad
tiene que ver con el momento casi final y pecialmente por quienes llevamos una pues coloca
apocalíptico del proyecto histórico de las vida de universidad: creatividad y pro‑
cosas y de la cosificación de la vida que es‑ ductividad no son la misma cosa porque los vínculos
tamos viendo suceder bajo nuestros ojos productivismo y creatividad son criaturas como meta
en esta fase histórica. Pero persiste en el de tiempos antagónicos. Y en tiempos de
medio comunal y en los jirones de comu‑ pandemia, así como se da una pulseada insubstituible”
nidad que aún hoy continúan su camino entre el espacio público que entra en casa,
en las cocinas de algunas metrópolis, un y el espacio doméstico que sale al mun‑
proyecto histórico de los vínculos, dirigido do, también se verifica la tensión entre el
a otra meta, guiado por concepciones otras tiempo cronometrado y productivo y el
de bienestar y felicidad pues coloca los tiempo del orden comunal. Nombrarlo
vínculos como meta insubstituible: estar, es importante para que entendamos que
permanecer juntos, hacer la fiesta, feste‑ estamos frente a dos alternativas y pode‑
jar, cultivar la reciprocidad. Entonces, hay mos elegir y promover, tomar partido en
sociedades que invierten ‑ gastan ‑ víncu‑ la contienda.
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VOLUMEN 17—NÚMERO 81—MARZO 2022